Siempre he tenido muy presente el consejo de mi buen amigo Roc Vargas, alias Dfender en el ámbito musical, a quien recomiendo ampliamente si eres amante de la música electrónica: "no te compliques en la composición, a veces lo sencillo es lo más bonito". Su consejo, cargado de verdad, estaba incompleto. A veces lo sencillo es lo más bonito, pero también es lo más complicado de lograr.
Ese fue justo el pensamiento que llegó a mi mente cuando escuché a Sequin. La encontré en la sección de "explorar" del Spotify. Si deseas hacer música está implícito escuchar de todo e interesarte por las nuevas y viejas propuestas, por lo habido y lo que habrá.
La primera escucha fue rítmica, Sequin me puso a bailar a muy temprana hora de la mañana. Al apagar el reproductor para irme a trabajar pensé: un proyecto fresco pero que se queda en el montón. No sé qué fue lo que me hizo llegar al trabajo y volverla a escuchar. Mentira, sí sé cuál fue la razón, quería identificarme con ella, saber de dónde venía, quién era y cuál era su trayectoria.
Su nombre real Ana Miró. Portuguesa. Comienza en 2013 con el sencillo Beijing. Integrante del sello discográfico Lovers & Lollypops con su primer disco "Penélope" (abril del 2014), producido por Moullinex.
Melodías dulces, épicas. Letras que resplandecen por su sencillez. Sintetizadores que aluden a un espacio onírico, nostálgico. Reverb, sintetizadores y beats estilo space disco.
Mi canción favorita es "Flamingo", pero aquí les dejo el video "Heart to feed" que de paso tiene muy buena fotografía.
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