Alguna vez leí un
artículo sobre Lykke Li en el que ella decía: “la vida
es un proceso; ningún sentimiento es definitivo. No hay principio, ni final”.
Esto es exactamente en palabras textuales lo que el nuevo disco de Zahara, La pareja tóxica me ha logrado transmitir.
Zahara, Santa Zahara dice ella, digo yo y decimos todos.
La pareja tóxica llega, se impone, protagoniza. Maduro y melódico. Armonioso
y elegante.
El Universo, marcando su tiempo implacable y la guitarra que se mete por
las venas como un suero mágico que inyecta paz y armonía. El viaje continua,
es sólo el principio. El disco despierta…
Leñador y la mujer
américa, llega de golpe, con su ritmo acelerado y
un melódico puente que baja para llevarnos de nuevo a la cima de un estribillo
que huele a victoria.
Después de la pareja, viene la mujer, la mujer madura, La mujer mayúscula y el mar que huele a
verano y playa, que nos traslada en un
barco que navega sin temor en medio del océano.
La llamada de emergencia se escucha, El caso de emergencia aparece, onírico, interminable.
Aquí viene el amor, y es El
lugar dónde viene a morir el amor el que nos desgarra delicadamente con su
voz.
Hace frío y Del
invierno llega…desnudez, desamor, fragilidad.
General Sherman y cómo
Sam Bell volvió de la luna… campanas desde la
copa del árbol, hormigas en la distancia, vacío involuntario de misión a la
luna. Y el estribillo que dice: “Quiero volver a casa…a mi hogar” se encamina como una flecha impregnada de
redención.
De repente la frescura imprevisible, natural, sencilla. Mariposas, esas protagonistas
invisibles.
La advertencia sutil… Camino.
Alarma, guitarras marcando el Camino a L.A. y todos los instrumentos evocando al reloj de pared
que avanza, inapelable. La batería es el juez y el puente da el veredicto. La
venganza se convierte en el más puro rock.
Tras la explosión nos sentimos Frágiles, “no tenemos tiempo”.Y todo termina en un Adiós que ha logrado transformar las
cosas dolorosas y las malas experiencias en este disco que infunde dedicación
y transmite mucho valor.
Enhorabuena a Zahara, en la cima La pareja tóxica.