martes, 23 de junio de 2015

Diez sugerencias para empezar a componer y dejar que la creatividad fluya.


"Tenemos que averiguar por nuestra cuenta si nuestros pasos son pasos adelante o pasos atrás."
Jose Antonio Marina
Teoría de la inteligencia creadora




Hace casi seis meses que empecé a componer. Varias veces la terquedad de querer tener algo inmediato me ha cegado y he terminado con un hueco en el pecho llamado frustración.

En este momento puedo decirles que esa actitud ha madurado en mí y que esa madurez es la que me ha llevado a quitarme la venda de los ojos para poder ver, reflexionar y concientizar, algunos consejos que creo que podrán ayudarles. Sobre todo, a dar el primer paso y tal vez a desbloquear aquella melodía que a veces parece un laberinto sin salida.

1.- El primero y más importante, dejar al juez interior fuera del juego. Sé que no todas las personas tienen un juez tan severo como el mío, créanme el mío es Ramsay Bolton, me tortura. Lo peor que podemos hacer es no saber autocompadecernos de nosotros mismos. Si escuchan al juez déjenlo ir porque en el momento creativo no traerá nada bueno. A veces pareciera que somos nosotros mismos quienes nos dejamos caer al precipicio. Juzgarnos es hacernos daño.



2.- Casi igual de importante que el primero, no se desesperen. Les habla una persona muy impaciente, que a los 34 años descubrió cuál era su pasión en la vida y siempre ha sentido que es muy tarde para soñar. Aún así, sigo en la lucha por conseguir mis objetivos.

3.- No lo piensen demasiado, solo déjenlo fluir. El proceso creativo necesita un espacio de libertad. Si comenzamos a indicarle direcciones no nos llevará  a un buen destino. Ya lo decía Rad Bradbury: Thinking is the enemy of creativity. Don't think.




3.- Si componen en un programa digital y tienen una melodía sin estructura y con pocos instrumentos, prueben hacer diferentes versiones de los instrumentos. Deformarlos, ponerles efectos, buscar sonidos que les den texturas. Otra posibilidad es usar la voz como instrumento, para crear armonías y atmósferas melódicas.

4.- Ejerciten la improvisación. Si se quieren dedicar a la música tendrán que ejercitar muchísimas cosas, pero al menos hasta que puedan pasar a un nivel de dominio mayor, la improvisación les dará muchas posibilidades para conocer su voz y encontrar su propio estilo.

5.- Si se bloquean con una melodía déjenla reposar. Cada cosa tiene su momento. A veces componer es como cuando compras un libro y estás emocionadísimo porque deseas empezar a leerlo. Cuando comienzas no te entra, no lo entiendes, no empatizas. Tiempo después lo retomas y resulta que era el libro de tu vida. Con algunas composiciones pasa lo mismo, porque la música está íntimamente ligada a las emociones. ¿A qué no todos los días ven todo de la misma manera? Somos seres orgánicos, siempre estamos adaptándonos.

6.- Cada canción tiene su esencia. En mi experiencia, lo que he comenzado en composición acústica, con guitarra por ejemplo,  tiene alma acústica. Cuando he intentado convertirlo a algo más electrónico se vacía, se desvanece. Esto no quiere decir que si tienen una maqueta en guitarra después no puedan producirla en formato electrónico, sino que intenten ser fieles al alma de sus composiciones.

7.- Hagan versiones. Cuando empecé, todos me decían que hiciera versiones y yo me aferraba a trabajar en piezas propias. Las versiones les proporcionarán retos que sin duda mejorarán su técnica, su creatividad y sus posibilidades de ejecución. Recuerden que, como músicos, debemos intentar todos los géneros posibles para guardarlos en la cajita de herramientas que nos acompañará siempre.

8.- Inspírense con los sonidos del día a día. Aprendan a escuchar lo que está a su alrededor. El canto de un pájaro puede derivar en una canción. Graben todo lo que puedan. Agradezcamos que en nuestros tiempos todo es accesible, cualquiera tiene un celular donde poder grabar cualquier ruido. También pueden grabar conversaciones, diálogos de películas, fragmentos de otras melodías. Con los recursos electrónicos ya es muy fácil deformar estos sonidos y construir una versión propia de ello.

9.- Documéntense. Existen algunos libros que pueden acompañarlos en el proceso como un soporte. Aquí les comparto dos de ellos que a mí me han sido muy útiles (ambos con ejemplos, ejercicios y audio complementario). En este punto, también me refiero a que indaguen acerca de los estilos que desean que impregnen su música y busquen información relacionada con los artistas que los inspiran. Por ejemplo, a mí me gustan mucho los ritmos, así que leo mucho acerca de la música africana y la polirritmia.
























10. Creen historias. Una de las cosas que parecieran más sencillas pero que me han costado más trabajo, con todo y que escribo poesía desde hace casi quince años (http://letraplejia.blogspot.mx/), son las letras. Cerati menciona en varias entrevistas que para él era lo más difícil, y yo cuando lo escucho no me lo creo, porque tiene unas letras extraordinarias. Un recurso que puede servirles para eso es escribir desde afuera de ustedes mismos. Inventar historias sobre personas que tengan a su alrededor, sobre libros que les inspiren o incluso cambiar el trayecto de sus propias experiencias.

Consejo extra: nunca se rindan, no se conformen.


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